La esencia oriental gira en torno a todo este proyecto ubicado en un palacete gallego. El dormitorio principal, así como el resto de la vivienda, se decoraron con mobiliario seleccionado y traído expresamente de China, otorgando al conjunto un ambiente especial y armónico basado en la personalidad de la clienta. 2003.
En esta estancia se aprovechó la maravillosa luz natural existente utilizando cortinas de seda de color, que permitían el paso de la luz exterior y una visión velada de los jardines de la vivienda. Los paramentos verticales, de piedra, aportan una sensación de resguardo y naturalidad que se refuerza con la presencia del mobiliario de madera.
Con la misma filosofía de naturalidad y aprovechamiento de la luz, esta estancia sigue la esencia del proyecto y se distingue mediante el predominio de tonalidades verdes, incluso en los lacados, que aportan frescor al espacio.