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¿A quién no le gusta trabajar en casa? Ya sea porque aún somos estudiantes o por que disponemos de la libertad de poder trabajar desde donde queramos, trabajar en nuestro hogar, en nuestro espacio de concentración, con la comodidad de tener todas nuestras cosas a disposición y sin tener que gastar tiempo en desplazarse, es algo que muchas personas disfrutan.
Si no disponemos de esa libertad, un espacio donde poder mirar nuestro correo, realizar cuentas, o simplemente leer después de una jornada de trabajo, siempre será útil y bienvenido. Los despachos deben de tener especial cuidado en su diseño.
Debe ser un espacio silencioso, de concentración y creatividad, de donde fluyan las ideas; por eso recomendamos que sea fuera de otras estancias, como dormitorios o salas. En ese caso será mucho más difícil ser productivo, ya que tendremos muchas distracciones a nuestro alcance. ¿Cómo diseñar el mejor espacio, entonces? Sigue leyendo: en esta sección les presentamos una selección de artículos sobre despachos.
La mesa de trabajo es indispensable. Tanto si trabajamos desde nuestro ordenador y no tenemos necesidad de mucho más material que un par de libros, como si trabajamos a mano, y necesitamos espacio para dejar fluir nuestra creatividad, nuestra mesa de trabajo en el despacho deberá ser amplia y con mucho espacio de almacenamiento.
Todos sabemos que en poco tiempo nuestra mesa estará llena de post-its, papeles, gráficos y libros, y siempre desearemos que ese espacio sea más amplio o dispongamos de un cajón más. Es por esta razón que la mesa y la biblioteca o espacio de almacenamiento deberán ser de máxima prioridad. Sin embargo, no debemos olvidar otros factores como la silla o la iluminación.
La silla de trabajo deberá ser cómoda, ya que inevitablemente permaneceremos sentados durante largos períodos, si somos estudiantes o trabajadores desde casa, y una buena elección nos podrá evitar más de un dolor de espalda y propiciar la concentración.
Aunque nuestro pequeño despacho posea grandes niveles de luz natural, a la hora de fijar la vista necesitaremos una luz adecuada. Quizás la luz natural sea suficiente para realizar las labores en ordenador, pero para leer recomendamos siempre disponer de una luz especialmente diseñada.
El diseño de nuestro despacho será importante, ya que una organización adecuada puede ayudar en la concentración. Recomendamos situar el escritorio para que la luz natural nos llegue de manera lateral, a ser posible por el lado contrario a nuestra escritura (por la izquierda si somos diestros y por la derecha si somos zurdos).
Los colores de las paredes deberán ser de tonos neutros, ya que éstos reflejan más la luz y así acortaremos el rato en que nuestros ojos necesiten de luz artificial. Comúnmente, posicionamos el escritorio contra la pared. Si disponemos de suficiente espacio, deberíamos pensar en colocarlo un poco lejos de la pared, ya que los ojos sufren al cabo de muchas horas en la que la visión es corta, y con el uso continuo de los ordenadores es ideal que les ofrezcamos una opción más lejana para los ratos de descanso.
Colocar el escritorio frente a la ventana es una opción, siempre que la luz venga de norte y no sea tan brillante que pueda causar molestias e incluso dolores de cabeza. Porque es importante, además, levantarse cada pocas horas y moverse un poco, la biblioteca, sitios de almacenamiento e incluso los vasos de agua, idealmente no estarán en contacto directo con el escritorio. ¿Quieres más consejos? En esta sección te desvelamos algunos.
