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En los últimos meses la tendencia decorativa de los tonos piel ha revolucionado el mundo del diseño de interiores. ¿Has pensado alguna vez en utilizar colores monocromáticos para la decoración de tu casa? En este artículo te enseñamos cómo. ¡No te lo pierdas!
Los tonos rosados son perfectos para calibrar la energía de tu comedor. Si están bien combinados con el resto de decoración conseguirán un efecto revitalizante y cálido que provocará que quieras pasar más tiempo en esta estancia de tu casa.
Si te gustan los tonos neutros ¿por qué no elegir un color de este tipo para tu habitación? Siempre resulta una opción acertada emplear una paleta de tonos más oscuros y claros del mismo color ya que eso nos permitirá crear texturas y profundidad en nuestro lugar de descanso. Existen desde tonos marrones, rosados hasta colores más fríos que podrás utilizar a tu gusto.
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Los tonos pálidos, desde el beige hasta el rosa crean esa sensación de desnudez
que equilibrará la habitación que elijas de manera neutra y sobria. A veces este tipo de colores pueden dar una sensación de austeridad, e incluso a algunos les puede parecer un poco anticuado, pero combinados con la decoración adecuada conseguirán que tu casa luzca elegante y con estilo.
La clave está en combinar diferentes tonos de un mismo color. Esta estrategia es esencial para no caer en la monotonía cromática y conseguir esa profundidad y textura que tan importante es para crear un ambiente monocromático. Explora los diferentes tonos de un mismo color y da rienda suelta a tu creatividad.
Si no quieres que tu monocromatismo interfiera con la decoración de tu casa y no dispones de tiempo o presupuesto para llevar a cabo este cambio de imagen, una opción más fácil y económica es jugar con los materiales y los distintos tipos de telas. Siempre puedes volver a tapizar tu sofá, añadir unas cortinas, alfombra u otros elementos decorativos.
A parte del rosa y de los tonos claros, existen otros más oscuros con los que podrás sacarle gran partido a tu hogar. Ya sabes que lo ideal es elegir varios tonos y combinarlos entre sí. Los oscuros, a parte de aportar calidez a la estancia, también crearán un ambiente más distendido. Este tipo de tonos piel son ideales para huir de la sensación de artificialidad que generan otros colores más estridentes y menos naturales.
La decoración en este tipo de espacios puede convertirse en la protagonista. Si eliges la decoración adecuada que combine con los tonos que hayas optado para tu hogar conseguirás tanto hacer protagonista una pieza decorativa concreta cómo generar una sensación de armonía y fluidez en cualquier estancia.
Si necesitas que te echen una mano no dudes en consultar con nuestros expertos decoradores y diseñadores de interiores.
