Instalación Efímera: la comodificación del ready-made

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En la posmodernidad hemos convertido los límites en acicates que nos impulsan a seguir adelante. Más que el cliché de las reglas existen para romperlas en nuestra indiferencia las reglas y por ende los límites existen para cruzarse, para doblarse y para usarse a nuestro favor dependiendo de la acción en curso.

Con esta idea es que cualquier objeto se ha comodificado, es decir, se precia por su valor comercial más que por su valor de uso, un retorno a la sacralización pero esta vez monetaria no por su numen, y el arte no es la excepción. Por otro lado, en el cruce de fronteras, diversas disciplinas han encontrado en el Arte no solo una fuente de inspiración sino incluso argumentos que legitiman muchas de sus experimentaciones, entre ellas la Arquitectura, el Diseño y la Decoración de Interiores. Así se logra comodificar proyectos de corte ’artístico’ y al concepto mismo.

Este es el caso de los profesionales de usoarquitectura bajo la batuta de Gabriel Salazar y Fernando Castañón quienes desarrollaron la Instalación Efímera ’Proceso de degustación y digestión de una propuesta Pop!’ para Habitat Expo en el 2011: una instalación bajo los preceptos de ready-made comodificado en aras de mostrar a los visitantes las infinitas posibilidades del diseño interior.

Y como en homify nos gusta curiosear, quisimos cuestionar contigo…

La Idea

Habitat Expo es el más grande encuentro nacional de la industria del interiorismo donde los profesionales crean comunidad y muestran su trabajo, las novedades y los servicios que hacen posible los proyectos más importantes en los sectores comercial, corporativo, residencial, restaurantero y hotelero. Como tal, buscan provocar los límites mediante una propuesta: Tendencias Hábitat.

En un espacio de 36 m² cada participante desarrolla un concepto audaz, irreverente y auténtico a plasmar en un espacio sensorial que muestre las nuevas tendencias de interiorismo contemporáneo. En el año 2011 la clave fue plasmar una tipología de música específica utilizando solamente los productos ofertados por los expositores de Habitat Expo.

Así, los profesionales de usoarquitectura, deciden tomar el reto y optan por el Pop Electrónico creando su instalación efímera y acompañándola de un playlist o lista de rolas acorde que complementara la pieza en varios niveles.

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La Instalación

Básicamente es un comedor que echa mano de diversos elementos de estilos y tendencias artísticas de la posmodernidad. El concepto básico, al ser una de las limitantes el uso de productos ofertados en la exposición, es el del ready-made.

Marcel Duchamp fue el creador de los denominados ready-made o arte encontrado como se ha optado por traducir al español. Su  propuesta consiste en que el arte puede ser sobre ideas en lugar de objetos materiales, lo que posteriormente daría lugar y se elevaría en el arte conceptual. Los readymades son provocaciones a base de productos que buscaron romper toda regla de la tradición artística. Duchamp concluyó que para romper las reglas debía desechar los valores fundamentales del arte: la belleza y la técnica, y ¿cómo se hacen piezas de arte que no son de arte? mediante la remoción en el proceso de hacer arte de la mano del artista y substituyéndola por artículos ya manufacturados.

De esta manera Duchamp exortaba a los expectadores a no ser pasivos sino a ocupar la mente en lugar del ojo, es decir a participar de la pieza y pensar – lo que ahora denominamos interacción. ¿El resultado? piezas de arte sin pretención o artificio y completamente indiferentes a la idea de imitación de la realidad.

Teoría

Una de las grandes provocaciones readymade fue el urinal que Duchamp decidió transformarlo en fuente. Ante la enorme crítica recibida, Duchamp demuestra que si el artista hizo la fuente con sus propias manos o no era lo de menos. El artista eligió la pieza. Tomó un artículo ordinario de la vida diaria, lo colocó de tal forma que su significado útil desapareciera bajo un nuevo título y punto de vista – creando de esta forma un nuevo pensamiento para tal objeto.

Si reflexionamos sobre estas palabras, es precisamente lo que usoarquitectura hacen de tazas de baño, recubrimientos para el piso y botes de pintura en esta instalación. Transforman la idea original de uso de cada una de estas piezas manufacturadas y les dan un nuevo sentido que, además de su valor útil, son tazadas por un valor comercial y embelesadas con un valor artístico. Como un epítome del Pop Art a la mejor usanza del cinismo y el reciclado.

Declaran los profesionales que ’atrapados por los aromas, cuando todos los invitados ocuparon su lugar, los asistentes pudieron saborear platos que seleccionamos, y todos fueron acompañados de nuestros ingredientes pop preferidos: la provocación y la ironía.

¿Una provocación? definitivamente, ¿una ironía? quizá no tanto cuando la teoría se usa para crear ideas en favor de un sistema posmoderno capitalista que nos absorbe de la peor forma, tornando una instalación quizá intencionada para pensar en un chiste cuya reflexión solo queda en el aire.

Cuestionamiento

¿El detalle? tres esculturas que bien podrían ser curiosos comensales, mayordomos a la espera, o probadores en una corte, cierran el círculo como acompañantes y hasta inhibidores tras la ingesta de alimentos que provoca en un mismo sitio, la digestión y asimilación de los nutrientes como una broma ante el bien sabido fin de tales procesos en el sanitario que se reinterpreta como silla.

Es claro que cada uno de nosotros tiene una idea propia de lo que incluye el término Pop como lo utilizamos en nuestros días además de una constante de imágenes que distan mucho de lo popular como término que proviene y se dirige hacia la gente, o bien de las elucubraciones de Andy Wharhol y The Factory. Así, aunque las reminiscencias como huellas se ven trazadas en esta instalación, se debe explorar un poco más esa coyuntura entre la intención del artista y la respuesta del observador, haciendo al observador co-partícipe del proceso creativo y no solo el usuario final.

Comodificar la idea de readymade definitivamente haría a Duchamp cuestionar y reflexionar al respecto, pero como no lo sabremos nunca, hoy es el día que un límite más se cruza al suavizar las rígidas líneas de la intelectualidad y convertirla en productos consumibles para diseñar y decorar el interior de nuestros hogares.

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