Entrevista a la arquitecta Ana Salomé

Carmen  Rincón – homify Carmen Rincón – homify
Arquitectura | Casa Amarilla , Ana Salomé Branco Ana Salomé Branco
Loading admin actions …

Entrevistamos a una de las arquitectas más destacadas del momento, Ana Salomé y repasamos con ella su forma de entender el diseño y la arquitectura.


Háblanos sobre tu empresa.

Primer contacto homify

Mi marca personal tiene como objetivo principal promover el EMPODORAMIENTO de los clientes a través de su propia casa. En cada propuesta se nota el cruce de diferentes disciplinas, especialmente de la arquitectura, del diseño, del arte y de la artesanía. Fruto de mi recorrido transdisciplinar y multicultural.

Mi línea de trabajo se desarrolla en el marco expandido de la arquitectura: la ARQUITECTURA AFECTIVA.  Una arquitectura flexible, interior, moldeable que se deja imprimir por los retratos de quienes la habitan.

Mi marca se direcciona a todos que buscan el CAMBIO y la RE significación personal, porque promueve el ENRAIZAMIENTO a través del espacio con propuestas personalizadas que plasman la historia de vida de cada cliente. Los clientes son personas inquietas, participes activos de la propuesta. A lo largo del proceso de comparte herramientas que potencian la actitud creativa del cliente, herramientas muy útiles incluso para solucionar pequeños grandes problemas cotidianos. POST servicio sigue existiendo un acompañamiento y una proximidad. Además cada cliente se queda vinculado al proyecto CAuSA que anualmente hacemos. Es un proyecto pro-bono anual, en que entidades públicas o privadas pueden solicitar siempre que necesiten de nuestra ayuda para mejorar algún espacio interior. Analizamos todas las propuestas y damos prioridad a la que sea más urgente.

Los servicios y los productos respetan el ECO design y de la ECONOMIA DE LOS AFECTOS. Además de ser una marca con una preocupación social que intenta aportar su granito de arena a través del proyecto CAuSA.

¿Cómo te inspiras cuando tienes un nuevo proyecto entre las manos?

Me inspiro en cada cliente y en cada lugar que intervengo, sea un terreno, una casa, una oficina, una escenografía… La inspiración está en el lugar, sea ello la persona que lo habita sea el sitio donde se encuentra. Sus necesidades y deseos presentes y futuros también me inspiran. Jamás son una condicionante. Son pautas que nos ayudan a crear la poética espacial única de ese cliente específico. Todas las propuestas son intransmisibles por el fuerte dialogo que entablan con el lugar y con el cliente.

Si todas las propuestas son singulares, hay un método de trabajo que es transversal a todas ellas. El cliente y yo formamos una dupla que trabajará en conjunto a lo largo de todo el proceso. El producto final es el gran objetivo pero hay que compartir y disfrutar del recorrido. Todo se inicia con una 1º y detenida reunión en la cual el cliente me comenta su idea, su presupuesto, sus necesidades y sus deseos. Tras esta reunión se envía al cliente un formulario muy detallada para que “rescatemos” a través de preguntas varias su forma de habitar. Analizamos el  formulario, investigamos y empezamos con la propuesta arquitectónica, interiorista, curatorial o escenográfica. Cuando terminada es presentada al cliente, debatimos cada detalle y cambiamos lo que sea necesario para iniciar su materialización. Antes del arranque hay una fase de planeamiento, para que los plazos sean cumplidos dentro de un rango de tiempo predefinido y de acuerdo con cada proveedor. Se inicia la fase de obra o instalación y las visitas periódicas para control de calidad hasta al momento final. Cuando se termina una obra o instalación, la relación el cliente sigue. Le vamos comentando la evolución del proyecto CAuSA para lo cual han contribuido hasta al momento de la ejecución y entrega.  

¿Existe alguna característica que esté siempre presente en todos tus proyectos? ¿Materiales favoritos? ¿Alguna imagen de marca?

 A nivel proyectual propongo espacios sostenibles y con buen envejecimiento  creando un estilo atemporal. Me suelo decantar por materiales naturales como piedras, maderas, metales y telas naturales. Consecuentemente el concepto wabi-sabi es transversal a todos mis proyectos. Valoro y maximizo el perfectamente imperfecto porque ortega identidad a un espacio o a uno objeto cuando es algo que hace parte de su identidad. [Me] Humaniza.  Trabajo constantemente la asimetría, la aspereza, la sencillez, la intimidad evocando la belleza del no convencional y aceptando la riqueza de los procesos naturales del paso del tiempo en los cuerpos. Sean ellos espacios, materiales o objetos.

A nivel social todos los años activamos nuestro proyecto pro-bono anual CAuSA. En que diferentes identidades pueden presentar su solicitud para cambiar algún espacio interior que necesiten. El último proyecto CAuSA ha sido realizado en un centro de día de niños en Prosperidad, cambiamos el comedor con la ayuda de todos. Recaudamos fondos a lo largo de cada año en cada proyecto que hagamos o producto que vendamos. Nuestros clientes son personas que hacen un consumo consciente y sostenible y no solo quieren cambiar su vida como quieren ser ciudadanos activos y ayudar a cambiar la vida de los demás.

¿Cuál es el objetivo principal al crear un proyecto?

El objetivo principal es dar una respuesta a un “dolor” de un cliente. El cliente nos contacta porque necesita que ese “dolor” deje de existir y pueda iniciar una nueva fase. Suele existir siempre un antes y después de cada proyecto, porque mis clientes son personas que buscan el cambio y quieren enraizarlo de forma coherente, sostenible y dando respuesta a sus necesidades, sueños y también inquietudes. Hay un objetivo claro de sanación, enraizamiento, y consumo responsable y sostenible. Además de una estrategia paralela de empoderamiento. Rescatamos su forma de habitar sin tabús, le damos forma y poética, y a través del espacio empieza a ocurrir una pequeña grande revolución: La afirmación del YO. Estos objetivos se tienen que cumplir para que tanto los clientes como nosotros nos sintamos realizados y útiles. Casi que me atrevería a decir que nuestro método de trabajo se foca en la “psicología” de la arquitectura.

Cada proyecto tiene un nuevo dueño, una nueva familia. ¿Cómo te involucras con los mismos? ¿Tienes alguna historia o situación divertida que puedas compartir con homify?

Cuando se inicia un proyecto se inicia una relación humana de gran interayuda, descubrimiento mutuo y complicidad. La historia que de la que parto, me pasó en uno de mis primeros proyectos con el arquitecto Miguel Ornelas. A priori es una historia de fracaso, pero en la realidad fue el detonante para encontrar, materializar y afirmar mi modus operandi de la “psicología” de la arquitectura.

César, era un abogado soltero que vivía en su piso en Las Rozas. Quería cambiar, su terraza y su salón con zona de estar y de comedor. En una de las primeras reuniones en su casa, nos comenta que no quería mesa comedor porque no la utilizaba. Que su rutina es muy focada en la zona de estar y la zona de comer podría ser resignificada. Le pregunto por sus hábitos, como “habita” el sofá, la terraza y qué rutinas tiene. Me acuerdo que me dijo que el sofá le encanta porque siempre está tumbado a ver películas o a jugar, y nunca se sienta. Incluso me comenta que come en el sofá junto a la mesilla de centro y se sienta muchas veces en el suelo. La televisión era el centro de la casa y al fin de semana salía a montar en bicicleta. Le pregunto por proyectos futuros. Es fundamental entenderlos para saber (en este caso) si la mesa comedor es fundamental o no y que los espacios propuestos puedan ser mutantes y no tener un plazo de validez. Me dice que no piensa casarse y que el piso será en el futuro para él solo. Mensaje recibido. Iniciamos la investigación y la propuesta, y resulta que en pinceladas largas le sustituimos el sofá por uno de cojines precioso de Roche Bobbois [para que se pudiera tumbar y estar en contacto con el suelo) y en la zona del comedor le quitamos la mesa y diseñamos un jardín vertical, con espacio de lectura, con estanterías y espacio para la bicicleta. 

Estaba segura que le iría encantar. Fue un largo proceso de investigación y de búsqueda del objeto perfecto para sus necesidades y gustos. Después de algún tiempo quedamos y nos reunimos. Le enseñamos la propuesta y nos dijo que le encantaba, nos da el visto bueno para seguir adelante. Pensamos WOW… ¡Mejor imposible! Un par de días después me llama y me dice que NO. Quitar la mesa comedor es “castrarle” el futuro en pareja. Su respuesta fue muy asertiva, pero era la materialización de una intención que tenía clara. A lo que voy, es que hasta al momento Cesar no era consciente de lo que decía y de la traducción de eso en espacio y en su futuro. Fue necesario nuestra propuesta para que tomara contacto con su “realidad”. Para no os hacer el cuento largo, re adapatamos la propuesta a la futura matriz familiar y dos meses más tarde encontró su actual novia.


¿Cómo te imaginas las casas del futuro? ¿Y cómo piensas que deberían ser?

Esta pregunta es curiosa cuando hemos estado casi 3 meses confinados y todavía nos encontramos en desconfinamiento faseado. Este Confinamiento nos ha puesto “mano a mano” con nuestra propia casa. Nuestro cuerpo convive con nuestro refugio 24 sobre 24 horas. Muchas están siendo las reflexiones sobre nuestro hábitat, sobre las nuevas necesidades de espacio que tenemos, sobre las posibles adaptaciones de usos que podemos hacer,  y hay una toma consiente de que nuestra casa es nuestra máxima zona de confort. Un cuerpo que nos protege y que es la continuidad de lo nuestro. Más que nunca es importante que nuestro hogar traduzca en espacio nuestra historia, que no sea algo ajeno a nosotros y que nos resguarde de situaciones límite como la que actualmente vivimos. Además no sabemos por cuánto tiempo más… Con este confinamiento, muchas son las cuestiones que nos surge, también, a nosotros arquitectos sobre las exigencias de las casas del futuro [cercano]. ¿Cómo proyectar casas dónde la situación de confinamiento será cada vez más normalizada? Sí, desde de mi punto de vista y por la información que nos llega el aislamiento voluntario u obligatorio puede ser cada vez más recurrente. Así como el teletrabajo. Ambas situaciones provocarán un cambio de diseño y de relaciones espaciales del espacio privado e íntimo vs interior y exterior, de manera a que nuestras viviendas sean cada vez más agradables, cómodas, seguras, saludables y con identidad. Encontrar nuestra Identidad en el espacio, no tiene que ver con que tengamos más m², más muebles y objetos de la marca X o Y. El espacio existente y la intervención que hagamos en él con elementos de mobiliario y/o decorativos tienen que responder a nuestras necesidades y a nuestro estilo de vida. Cada casa es única e “intransmisible”. Los tiempos actuales requieren, más que nunca,  que seamos minimalistas: apartemos lo importante y pongamos el foco en lo esencial. Nosotros.

Casas Versátiles y Multifuncionales

 Si anteriormente los espacios modulares ya estaban a ser pensados porque las casas tenían pocos m² debido a los valores inmobiliarios. Actualmente, la versatilidad, la posibilidad de transformación, la polivalencia de usos en cada estancia nos está siendo exigida y hay que potenciarla al máximo. El teletrabajo será una práctica cada vez más común y ésta se manifestará en cada casa.

Relación Interior – Exterior

 Muchos clientes me pedían para cerrar balcones e incorporarlos al salón o al dormitorio. Estoy segura, que de cara al futuro preservarán cada terraza, cada balcón, cada espacio que una el interior con el exterior. Las cubiertas de los edificios, dejarán de ser espacios perdidos o inhabilitados, se transformarán en espacios comunitarios de Libertad, respectando las medidas sociales necesarias.

Rescatar la Naturaleza para el interior Hace tiempo que se denota una gran demanda de objetos o muebles hechos  de materiales naturales, como es el caso del ratán, de la teca o del corcho. Son apuestas decorativas seguras, bastante sostenibles y que nos acercan a la naturaleza. Estos materiales hacen que el ambiente sea más levadero y cómodo.

Mis reflexiones son  de una arquitecta, pero también de una ciudadana preocupada. Esta situación límite de pandemia, como otras, son más agudas para quién no tiene techo o vive en campus donde la sanidad es nula, y dónde un pequeño virus toma la figura de un Tsunami. Ejemplo de ello son los Campus de Refugiados. La casa es la protección que salva vidas y todos deberíamos tener derecho a ella. Los tiempos exigen medidas gubernamentales y políticas humanistas urgentes porque mañana ya será tarde. Mientras tanto, nosotros podemos hacer nuestra parte para que en el futuro todos tengamos una casa.

¿Necesitas ayuda con tu proyecto?
¡Contáctanos!

Destacados de nuestra revista