Un proyecto de interiorismo comercial para Casa Decor 2018

Isabel Rodríguez Isabel Rodríguez
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Dentro del interiorismo, las propuestas de índole comercial constituyen una herramienta de extraordinario potencial para poner en valor la filosofía de una marca. Colores, materiales, iluminación… Cada recurso sirve a la tarea de revelar la esencia del negocio que visten creando experiencias singulares capaces de despertar el interés de los potenciales clientes.

El estudio de interiorismo madrileño Guille García-Hoz, especializado en realizar proyectos a medida tanto residenciales como comerciales, firma esta propuesta enmarcada en la celebración de una de las ferias de interiorismo de referencia en Europa. ¿Buscas inspiración? ¡Toma nota!

Tradición de vanguardia

Formas para poner en valor el trabajo de los profesionales y las propias marcas hay muchas pero la exposición madrileña Casa Decor es uno de los escaparates más potentes del sector. La firma madrileña participó en la pasada edición creando un espacio para una reconocida marca tecnológica.

¿La idea? Trasladar a los visitantes a un auténtico club clandestino al más puro estilo neoyorkino en el que, si bien la propuesta de interiorismo revela un marcado carácter clásico, no escatima en recursos tecnológicos para dotarla de una cautivadora modernidad aunando así la personalidad de la marca protagonista del espacio en cuestión y el criterio de los profesionales.

¿Club o lavandería?

La propuesta de interiorismo comercial efímero que plantea el estudio de Guille García-Hoz convierte el acceso a la sala principal en una lavandería de autoservicio a la que no falta detalle. Desde lavadoras y secadoras a una zona de espera lateral, pasando por unos estantes para colocar los productos de limpieza, la composición recrear a la perfección el escenario que persigue.

Para conferirle el aspecto industrial propio de este tipo de espacios, los expertos apuestan por un revestimiento de azulejo en formato cuadrado que, en la zona superior cede protagonismo a la pintura en color verde salpicada de distintas láminas vintage para ambientar la sala. ¿Hasta aquí su encanto? Nada más lejos de la realidad. Además de una cuidada iluminación, la propuesta se completa con la aplicación de un papel vinílico en el techo que evoca motivos de los antiguos azulejos ornamentales.

Cambio de escenario

Atravesar el umbral de la puerta 'sin puertas' que separa la lavandería del espacio principal nos traslada, irremediablemente, al escenario que persigue el equipo de Guille García Hoz. La impecable apuesta de interiorismo comercial que veíamos en la antesala en forma de lavandería, se viste de elegancia y sofisticación para la zona dedicada al club clandestino.

Desde el suelo a las paredes, pasando por el mobiliario y la decoración, cada rincón está lleno de matices que despiertan el interés del espectador, creando una atmósfera acogedora y cálida que derrocha atractivo. El toque de modernidad lo encontramos en la perfecta integración de las tecnologías en una composición de marcado carácter clásico.

La zona de la barra

El diseño del club está dividido en dos áreas principales, cada una de las cuales tiene su propia personalidad. Si bien es cierto que el pavimento empleado da continuidad, con matices, a la propuesta decorativa que precede a la sala principal, lo cierto es que la composición tiene personalidad propia.

¿Frescura y notas tropicales? Casi, pero no. El frontal de la barra está creado con la disposición vertical del alicatado con unas piezas cerámicas especiales y es que los materiales son, sin duda, una de las claves del atractivo de la propuesta del equipo de Guille García Hoz. ¿Te has fijado en la pared? Sí, tres mármoles diferentes protagonizan el capítulo de revestimientos en esta zona de la composición, dibujando patrones geométricos que aportan dinamismo a la escena.

Pero la aportación de los expertos va más allá. Junto al diseño de las paredes destaca la estructura que hace de telón de fondo a la barra, una pieza creada a medida que no solo da servicio a este espacio sino que sirve para incorporar los elementos tecnológicos de la firma que visten.

Como en casa

En el lado opuesto encontramos la zona de esparcimiento, un espacio que invita a la relajación para los clientes más exigentes. La paleta cromática elegida resulta de lo más inspirador, lo mismo que los papeles de William Morris que visten paredes y techo. Completando el atractivo de la escena llaman la atención los muebles tapizados de corte clásico combinados con piezas más contemporáneas, o la cuidada iluminación que dota al espacio de una incuestionable calidez.

¿Quién podría resistirse a un momento afterwork en semejante escenario? Si estás buscando soluciones para dotar a tu negocio o vivienda de un carácter único, contacta con el equipo de Guille García-Hoz.

¿Qué te parece esta propuesta de interiorismo comercial?

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