Tipos de Calefacción: ¿Cómo elegir la mejor para mi casa?

Cristina Jiménez Cristina Jiménez
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Uno de los factores importantes para garantizar el confort de una vivienda es que sus espacios interiores estén a la temperatura adecuada. Cuando las temperaturas exteriores bajan, mantener la temperatura de confort en las estancias de una casa, pasa por hacer uso de la calefacción que esta tenga. Nuestra casa es el lugar en el que mejor deberíamos sentirnos en todas las épocas del año, nuestro refugio más personal contra el frío exterior. En invierno, que es cuando más tiempo pasamos en el interior de nuestras casas, conseguir que las estancias sean acogedoras es aún más importante que en ningún otro momento del año y la calefacción con la que cuente la casa es clave para lograrlo.

Te mostramos a continuación algunas alternativas que puedes considerar a la hora de elegir el sistema de calefacción para tu hogar y te damos consejos para guiarte en el proceso de elección, a partir de los conocimientos y experiencias de los mejores profesionales. De este modo, te asegurarás de que los interiores de tu casa sean de lo más acogedores para el próximo invierno, con una inversión a medida de tus necesidades.

Un hogar acondicionado

Hay múltiples sistemas de calefacción a disposición de los consumidores: bomba de calor, caldera de biomasa, suelo radiante, etc. Todos cuentan con pros y contras que analizaremos a continuación, dependiendo de los materiales de construcción de la casa y la distribución de la misma, le convendrán unos tipos de calefacción u otros.

Descubre en este artículo qué calefacción para casas es la más apropiada para tu hogar. En homify encontrarás expertos electricistas dispuestos a ayudarte con la instalación de tu calefacción.

Elegir el sistema de calefacción

Ni todas las viviendas son iguales ni las temperaturas invernales que se alcanzan en el exterior son las mismas, así que tenemos que tener en cuenta una serie de cuestiones a la hora de elegir un determinado sistema de calefacción u otro. Sí, decimos bien, elegir entre distintos sistemas de calefacción; hoy en día el mercado nos ofrece variadas alternativas para climatizar nuestro hogar de cara para garantizar que sus espacios tengan la temperatura adecuada en los meses más fríos del año. 

Factores a tener en cuenta

Otros factores que tienes que tener en cuenta a la hora de valorar el sistema de calefacción ideal para tu casa son:

- Las propias condiciones climáticas de la zona donde se localiza la vivienda (temperaturas mínimas, vientos dominantes, etc.). 

- La orientación de la vivienda, ya que una orientación Norte, por ejemplo, será más desfavorable que una Sur; las estancias así orientadas necesitarán un mayor aporte de calefacción. 

- Los sistemas constructivos de la casa y el aislamiento con que ésta cuenten sus cerramientos. 

- La configuración de los espacios (separación de las estancias, altura de los techos, etc.). 

- Los materiales utilizados para los revestimientos (por ejemplo, por su capacidad de almacenar calor). 

Tipos de calefacción

Analizados estos factores y pensando bien el presupuesto del que disponemos para la calefacción, estaremos ya en disposición de considerar los diferentes sistemas de calefacción entre los que podemos elegir. Los más comunes en las viviendas actuales, en función del tipo de aparato o elemento utilizado para propagar el calor son:

- Radiadores de agua.

- Acumuladores eléctricos. 

- Suelo radiante.

- Bomba de aire.  

- Convectores eléctricos. 

- Emisores termoeléctricos.

Los dormitorios pequeños no requieren tipos de calefacción muy sofisticados para calentarse, pero eso no significa que no debas instalar cualquiera de los anteriormente citados en esta estancia.

Energía para calentar la casa

Cada uno de los sistemas mencionados requieren de distintas fuentes de energía o diferentes tipos de combustible. Esta cuestión también debes considerarla a la hora de elegir entre un sistema u otro. Cuando hagas cálculos para averiguar qué sistema se adapta mejora a tu presupuesto, es recomendable mirar a medio o largo plazo. Todos los sistemas de calefacción no son igual de eficientes para determinados espacios, ni todos los combustibles tienen el mismo coste. Por tanto, considera también el rendimiento de la instalación y el precio de la energía que consume a la hora de hacer números. 

Calefacción de radiadores

El sistema de calefacción de radiadores de agua, alimentados por una caldera, que es el sistema, podríamos decir, más tradicional. Los radiadores, es decir, los elementos que emiten el calor pueden ser desde los clásicos de hierro forjado, como los de la primera imagen a los más modernos, fabricados en aluminio. En cuanto a la caldera, puede ser individual o colectiva, la llamada caldera central. La caldera quema el combustible, que puede ser de distinta naturaleza (las más modernas suelen utilizar gas natural), y se sitúa en una ubicación específica de la casa o el edificio; el agua ya caliente se distribuye hacia los radiadores. La caldera central es la más eficiente,  aunque ahora estas instalaciones deben ajustarse a la normativa europea, que exige medidores de consumo energético individuales. En todo caso, este sistema de calefacción es perfecto para viviendas habituales porque proporciona calor uniforme a las distintas estancias, sin necesidad de grandes consumos energéticos.

Acumuladores eléctricos

Otra de las calefacciones habituales en España es la que utiliza acumuladores eléctricos, que pueden aprovechar las tarifas nocturnas para acumular energía. En los acumuladores, la electricidad se convierte en calor gracias por la presencia de unas resistencias eléctricas en su interior. El precio de los elementos, bastante baratos, y que no requieran instalación ni mantenimiento específico son importantes ventajas en este sistema de calefacción. Los acumuladores son perfectos para calentar una zona muy específica o en espacios que no necesitan de mucho aporte de calor, pero no son recomendables para grandes espacios que requieren de gran cantidad de calor, porque tiene un consumo energético elevado.

Suelo radiante

En el sistema de suelo radiante, el emisor es el propio suelo de la casa. El suelo radiante requiere más obra que el resto de sistemas que te hemos ido mostrando, formadas por aparatos, por lo que sólo es recomendable considerar esta opción cuando estamos construyendo una casa nueva o cuando nos enfrentamos a una reforma integral de la vivienda. El suelo radiante consiste en un sistema de tuberías que van colocadas por debajo el pavimento de la casa y por las cuales circula agua, calentada previamente a través de pequeños tubos flexibles. El agua circula a través de los tubos a una temperatura de entre 30ºC y 40ºC, similar a la usada en los radiadores tradicionales que veíamos en las anteriores imágenes. La eficiencia del sistema y el comportamiento medioambiental dependerá mucho del tipo de la caldera empleada para alcanzar esas temperaturas.

El sistema de suelo radiante es compatible con muchos tipos de acabados empleados habitualmente como pavimentos en casas actuales, pero es particularmente eficaz con materiales con una cierta inercia térmica, como las baldosas pétreas o la cerámica. También es compatible con la madera, aunque esta tiene que ser lo suficientemente estable y estar bien colocada para que no se 'abarquille' (no se deforme por culpa de las dilataciones del material).

Otras calefacciones eléctricas

Otros sistemas de calefacción que también utilizan la electricidad como combustible y que son bastante fáciles de instalar son las de convectores eléctricos, como los que vemos en esta imagen, la de emisores termoeléctricos, con una apariencia similar a los radiadores de aluminio alimentados por agua caliente que comentamos anteriormente pero conectados directamente a la la red eléctrica, y la bomba de aire, con aparatos en pared (partes superiores) con difusores ocultos en el falso techo. Este último sistema ha mejorado mucho su eficiencia en los último años y tiene la ventaja de que sirve también para el verano, produciendo frío en lugar de calor. Respecto a los dos anteriores, sistemas que también cuentan con aparatos distribuidos por las distintas estancias de la casa, tienen la ventaja de no requerir grandes obras para instalarlos pero la desventaja de tener un alto consumo medio siendo, por tanto, poco eficientes.

Más información

En la actualidad, los sistemas de calefacción de gas siguen siendo los más baratos, entre todos los tipos. Pero no es el más respetuoso con el medioambiente.

Si buscas un tipo de calefacción más sostenible para tu hogar, opta por las energías renovables, como la energía solar para la que cada año se diseñan nuevos sistemas: acumuladoras cerámicas, estufas de doble combustión o chimeneas con un casete insertable. También resulta conveniente que revises aislamientos y ventanas para hacer tu casa 100% eficiente energéticamente.

Lee este otro libro de ideas, para evitar que la calefacción reseque tu casa.

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