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Tener un parrillera en nuestro patio siempre es una gran idea, pero construir una es aún mejor. ¡Mucho más gratificante que comprarlo ya hecho! La carne y la yuca te quedará más sabrosa además. Será única en su genero (la parrilera, no la yuca) y podrás presumir de tus habilidades manuales sorprendiendo a tu familia y amigos.
¿No has construido nunca nada de este estilo? No te preocupes, no es es excesivamente complicado. Aquí te indicamos cómo hacerlo, y en el menor tiempo, y con la inversión más pequeña.
¿Estás listo?
Los materiales que vas a emplear son baratos y de fácil manipulación, pero eso no significa que una vez que los reúnas y construyas tu asador o parrillera no suponga un gran peso en tu jardín. En realidad, se trata de una obra de construcción, y como tal requiere de una base firme.
Cuando hayas decidido el lugar donde colocarás tu parrillera debes limpiar bien el suelo, aflojar la tierra y excavar unos centímetros. Una vez que tengas el hueco, hay que vertir una mezcla de cemento. Esta debe estar compuesta por una parte de cemento, seis de grava y agua. Si es posible usar cemento autonivelante, -puedes preguntar por él en donde compres los materiales- y si no no te preocupes, simplemente tendrás que nivelar manualmente el suelo.
Una vez construida la base puedes dejarla simplemente con concreto, o revestirla con azulejos, cerámica, o algún tipo de gravilla.
Una vez que pasen dos días, mínimo, la base ya estará seca y se puede empezar a trabajar sobre ella. Pero antes de comenzar a construir tendrías que haber hecho un boceto, lo menos abocetado posible, de tu futuro parrillera, el cual es imprescindible para saber cuánto material necesitarás y para poder desarrollar luego el diseño, sin dejar nada a la improvisación. Este boceto es tu guía para construir tu parrillera y con él te podrás guiar desde esta fase inicial y hasta que termines tu gran obra.
Se trata de trasladar a las tres dimensiones lo que tienes dibujado en un plano y para eso hay que empezar por la base. Es decir, colocar la primera hilera de ladrillos sobre los cimientos de concreto, dibujando la forma más básica de tu asador, para esto procura separar cada ladrillo entre un centímetro o dos del contiguo. Y sobre todo prestar mucha atención a los ángulos que formas.
Ya tienes todo: el proyecto, los materiales y las herramientas, que en este punto son tan sencillas como una paleta, un cubo para la mezcla y un nivel. Pues bien, ¿nunca has hecho mezcla? Muy fácil, se echa en el cubo una parte de cemento, cinco o seis de arena y agua y después debes re-moverla hasta que quede maleable, pero no líquida. ¡Y listo! Ha llegado el momento de usarlo para unir los ladrillos que tienes dispuestos sobre la solera e ir levantando la obra en altura.
Si tampoco has levantado un paramento de ladrillos. Lo más importante es que tras echar la mezcla sobre un ladrillo coloques el que va encima con atención. Es decir, que lo alinees correctamente, que uses el nivel todo lo que creas necesario y que para moverlos y corregir lo hagas sin miedo. Incluso podrías ayudarte de otro ladrillo, para procurar que la construcción siga recta. Lo mejor es ir jugando con pequeño golpes con el mango de tu paleta para alinearlos. Seguro que cuando llegues a la hilera que coincide con la altura de donde tienes previsto hacer fuego, ya hayas logrado conseguir la técnica.
Si es tu primera obra, la primera vez que te ensucias las manos con mezcla y colocas ladrillos, es recomendable no complicarse excesivamente la vida. No dudes que te sería posible hacer un abovedado para hacer un horno, por ejemplo. O preparar un escalonado en forma de pirámide para acabarlo con una chimenea. O sea, hacer una barbacoa de obra de mucho trabajo y presencia. Cree en nosotros cuando te decimos que sería posible, pero por ser tu primera obra te vamos a recomendaros algo más simple y que con el paso del tiempo incluso podrías modificar.
Nuestra propuesta es sencilla: cerca el espacio donde vas a colocar la leña y harás el fuego en forma cuadrada, generando con ladrillos refractarios la pared trasera y las dos laterales, dejando estas escalonadas, para que uséis menos material. Y lógicamente el ladro frontal queda abierto para meter la leña, las parrillas, cocinar y limpiar de cenizas. Y si ya tienes más experiencia, entonces no dudes en construir un diseño mas complejo, con formas semicirculares y una chimenea.
Hemos llegado al punto de la obra donde deber fijar unas parrillas de hierro en el lugar del fuego. Para eso basta con anclarlas en el mismo momento que echamos la mezcla entre ladrillos. No obstante, te proponemos otra opción que a la larga será mucho más práctica. Una vez que se haya secado la mezcla, puedes colocar en los laterales dos parejas de escuadras a distintas alturas. De manera que sobre ellas coloquemos unas parrillas móviles, permitiéndonos jugar con distintas alturas y por lo tanto distintos grados de cocción a la hora de asar nuestros alimentos en el jardín.
Antes de colocar esas sujeciones para las parrillas móviles, te vamos a dar el truco para que tu obra parezca de profesionales de la construcción. Antes de que la mezcla se endurezca de forma definitiva, tienes que darle un repaso a todas las juntas entre ladrillos, tanto a las horizontales como a las verticales. Algo tan sencillo como pasar el dedo, procura utilizar guantes de trabajo, y eliminar todo lo sobrante, además de que con ello lo regularizarás. Y por último, procura darle un buen cepillado a la obra completa con un cepillo de cerdas duras, quitando así todos los inevitables pegotes y manchas que han ido cayendo.
Te quedará tan bello como el de JULIANA ZANETTI ARQUITETURA E INTERIORES.
¿Preparado? ¡Anímate! Ya te tienes el plan perfecto para el fin de semana.
