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Hoy nos trasladamos a Italia en la región de Apulia conocida también como Puglia
, ¿Saben dónde queda?, pues es lo que llamamos el tacón de la bota
, con unos paisajes extraordinarios y una historia inigualable, un lugar que encierra distintos espíritus englobados en naturaleza, historia, tradiciones y religiosidad. Una franja de tierra donde el mar se alarga con playas maravillosas del mar Jónico, cristalino y sumiso fundiéndose con el mar Adriático de un azul intenso como el cielo a medio día. Para los amantes de la historia podrán apreciar a través de su arquitectura desde la prehistoria hasta la Magna Grecia, la gloria del barroco en el sur, e infinidad de periodos y por supuesto los Trullos
testimonio fidedigno del pasado rural de la región. Ésta se conforma por 5 provincias, una de ellas Bari su capital, será nuestra parada turística para descubrir un alojamiento en el centro histórico de Gravina. Una edificación pequeña y medieval remodelada, manteniendo las características propias del lugar formada por 3 habitaciones que nos harán viajar por ese maravilloso lugar.
Al entrar al cuarto esto es lo que conseguimos un espacio diáfano de colores neutros respetando los materiales y colores originales de la piedra quien es el elemento estructural al formar un techo de bóveda, evidenciando una construcción antigua que convive con elementos actuales como el mobiliario que apreciamos de colores claros y madera oscura. Con una identidad precisa que implica el retorno a los ritmos y vida lenta, de regocijo, donde se respetan los lugares, construcciones y la recuperación de tradiciones es la clave. Veamos que hay detrás de esa pared blanca.
Esto es lo que descubrimos al abrir la puerta de madera, un espacio que respira historia que muestra un pasado a través de sus materiales, objetos decorativos y con cada detalle encontrado al pasar una mirada rápida y discreta. Con paredes de piedras originales de la construcción con pisos de madera oscura que recuerdan a esas películas históricas. Mientras que en medio de esa historia se levante un escritorio de diseño contemporáneo con una lámpara de aluminio que ilumina la carta escrita a media noche. Este no es sólo un lugar de estadía sino que puedes deleitarte con ricos desayunos que se sirven en un café importante al frente de Fondo Vito B&B, siendo éste el nombre de la posada.
Esta es la fachada que conseguimos de frente, en esquina y en medio del encuentro de dos calles, esta hermosa edificación producto de una remodelación a un edificio medieval mantiene sus características constructivas. La premisa del estudio de FRANCESCO CARDANO INTERIOR DESIGNER fue mantener y recuperar los materiales indígenas de la zona, se mantuvo la piedra como soporte de paredes y la madera elemento esencial con la mezcla de pequeños detalles novedosos.
Este es nuestro acceso, una gran puerta de madera, que nos hace sentir su peso a través de su materialidad, enmarcada en un arco, mostrándonos un momento de la historia, aunque con un diseño actual al ser ella rectangular, dos fusiones de historia reflejados en un sólo elemento. Un espacio luminoso gracias a sus ventanas y la tonalidad de sus paredes de piedra, con mobiliario contemporáneo pero que pareciera haber estado allí desde hace mucho tiempo. Un lugar muy tranquilo pero a pocos metros de la zona turística y vida nocturna del lugar.
Todas las habitaciones se encuentran equipadas con los elementos indispensables para una estadía placentera y entre ellos tenemos el baño, inserto dentro de la morfología de la edificación se funde con nuevos materiales y piezas sanitarias, que harán del baño un lugar placentero, con un empanelado oscuro tenemos ese toque elegante que necesita este espacio. Un detalle tierno la escalera miniatura que no es sólo un elemento decorativo sino sirve para la colocación de toallas.
Otra de las habitaciones por el contrario deja de lado las paredes de piedra para revestirse y pintarse de blanco, manteniendo la espacialidad intacta pero dejando de lado la muestra de una época medieval, sólo queda un vestigio en el borde de la ventana izquierda donde se asoma una cornisa de piedra. Un espacio tranquilo, sereno gracias a la paleta de colores empleada, con un estilo fresco y una iluminación cálida. Veamos como la disposición de la madera del piso toma su camino sin responder a la ortogonalidad del cuarto.
Una recuperación respetuosa no sólo en los materiales sino también en la historia del lugar, que muestra cómo a través de la correcta restauración de la ciudad se puede hacer palpable el amor por su tierra, protegiéndolo y mejorando al máximo, aprendamos de estas intervenciones y desarrollémoslo en nuestro país.
