Hoy te mostramos una casa cuya fachada sobresale por sus líneas rectas, mix de materiales y refinado estilo moderno. Proyecto de Karlen+Clemente Arquitectos, en su interior cuenta con amplios y luminosos espacios que se iluminan a un logrado patio interior.
De interiorismo elegante y y con una paleta de colores que se inclina por la gama de los grises, la vivienda combina materiales como el acero, madera, cristal, hormigón y porcelanto con un resultado acertado y funcional. ¡La conocemos!
La fachada principal es un prólogo de lo que sucede al interior del proyecto: líneas rectas, trazos ortogonales, materiales vistos y volumetría bien definida. El pórtico de hormigón blanco se proyecta hacia el frente, acentuando tanto el acceso vehicular como el peatonal. Una jardinera divide ambos accesos y da un toque de color.
Si seguimos la perspectiva que marca la jardinera, se desdobla en la caja vidriada de atrás. Este volumen a doble altura contiene el hall de acceso y rompe la horizontalidad del pórtico. El muro gris que contiene el número, apoya en la vertical al volumen de vidrio.
El acceso peatonal se encuentra en uno de los extremos del pórtico. Una puerta de madera y cristal recorta el volumen trasero y nos ofrece una probada del interior. Las jardineras conducen al peatón, mientras que un ligero desnivel en el piso genera una plataforma que jerarquiza dicho acceso.
El pórtico de hormigón armado tiene una ligera inclinación hacia adentro, que se ve acentuada por el acabado del plafón: un enduelado de madera que recorre sus tres caras, tanto la horizontal como las verticales. El sentido de las duelas fuerza la perspectiva hacia adentro, creando la sensación de que el pórtico es más amplio.
El prisma de la caja de vidrio del hall a doble altura indica al visitante el acceso. La puerta de madera está ligeramente remetida del paño del volumen de cristal. El contraste de colores y de materiales también apoyan esta idea.
La estancia se desarrolla en un espacio que multiplica su amplitud gracias a la tonalidad de materiales y a la continuidad de éste hacia el patio. La luz que se filtra desde el nivel superior a por la escalera.
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El patio interior es el corazón del proyecto. El ventanal es tan discreto que prácticamente desaparece, extendiendo el interior hacia afuera. El porcelánico del piso se desdobla sobre la pared del patio. Las macetas, en un tono similar, aportan detalles de color con la vegetación que contienen.
La cocina se integra completamente al proyecto. Sus ángulos rectos, la elección de los materiales y el diálogo de volúmenes que se genera entre los gabinetes inferiores, superiores y plafón. Gracias al quiebre que se forma, se incrementa la superficie de uso.
El medio baño rompe la tonalidad neutra de los espacios sociales. Los muros se visten con un atrevido color violeta y un lambrín cerámico estampado con ondas blancas y negras. Un lavamanos de vidrio descansa sobre una cubierta del mismo material haciéndolo desaparecer. Los muebles cerámicos en blanco complementan el local.
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