Los mejores sistemas de calefacción hoy en día

Este es probablemente el sistema de calefacción más implantado en todas las regiones de España, excepto quizá en muchas casas o edificios situados en las costas de Andalucía, por ser donde la temperatura media es más elevada generalmente, y por ello no tienen instalación de calefacción de este tipo. Por ejemplo, en Madrid este tipo de calefacción está muy implantado en edificios de viviendas, en donde la caldera de gasóleo C está situada en un espacio específico del edificio, denominado sala de calderas. Hay una nueva directiva europea 27-12-UE, que exige que todos los sistemas de calefacción tengan incorporado un aparato que mida el consumo energético de una manera individualizada. Actualmente se conoce con la denominación de calefacción central, porque está centralizada en esa sala de calderas y cada vecino consume a voluntad, y se produce un derroche importante de energía, pues se llega a tener tanto calor en la casa que se abren las ventanas para poder enfriar los espacios, y poder casi respirar, aparte de la picaresca existente en muchos vecinos que por su casa estar orientada al norte, colocan más radiadores, con lo cual su consumo es mucho mayor. El calor se genera quemando combustible de gasóleo C en una caldera, y se distribuye a través del agua a los radiadores, que son los que calientan los espacios. Ventajas: Puede calentar grandes superficies. Desventajas: El gasóleo C, hay que almacenarlo en un tanque en la sala de calderas y es una energía contaminante. En estas chimeneas el combustible es el gasóleo C, por lo que necesitan una salida de humos al exterior sobre la cubierta de la casa.

La calefacción por chimenea o estufa de leña tiene como añadido el inmenso atractivo del calor tradicional que recuerda a la infancia de muchas personas, por ello son una solución idónea para poder disfrutar del encanto de todo el chisporroteo de las llamas del fuego. Ventajas: Todas las chimeneas o estufas de leña tienen un rendimiento en el entorno del 80%, esto equivale a decir que tienen un menor consumo y un gran poder calorífico, por ello, además de que las puedas elegir por una cuestión estética, también tienes que pensar que son un completo sistema de calefacción, de tal forma que te pueden distribuir el calor a los espacios de la casa que tu elijas, y actualmente también se pueden conectar a la instalación del agua que lleva el calor a una instalación de radiadores que hayas ubicado en la casa. Lo más usual es conectar la calefacción por chimenea o estufa de leña a una canalización por donde discurrirá el aire caliente que lo transportará a los espacios elegidos. Las estufas de leña son idóneas para una casa bien aislada, a la cual actualmente se la denomina como casa pasiva, las estufas de leña son estancas, lo cual quiere decir que el oxígeno para que arda la leña, viene del exterior del espacio a calentar. Existen estufas de leña con acumuladores, que es una masa de material refractario que absorbe el calor de la estufa y lo va liberando poco a poco en el espacio donde está instalada, sin tener que volver a echar más leña hasta pasadas muchas horas, cuando ya se ha enfriado ese material refractario. Desventajas: Tienes que dedicarle un tiempo a cargar de leña la chimenea o estufa y encenderla seguidamente. En estas chimeneas el combustible es la madera, por lo que necesitan una salida de humos al exterior sobre la cubierta de la casa.

Estos radiadores no suelen estar empotrados en nichos ejecutados en los cerramientos exteriores, sino que están anclados en la superficie interior del cerramiento. Este tipo de calefacción está muy implantado en casas unifamiliares o en casas en las que tenían antes otro sistema de calefacción y se apuesta por este, en donde la caldera de gas natural está situada en un espacio específico de la casa como puede ser el baño, el tendedero o la cocina. El calor se genera quemando combustible de gas natural en una caldera y se distribuye a través del agua a los radiadores, que son los que calientan los espacios. Ventajas: El gas llega canalizado a tu casa, con lo cual no tienes que tener un lugar apropiado para almacenarlo, además es una energía limpia y su coste es asequible. Desventajas: El gas no está canalizado normalmente fuera de núcleos urbanos importantes, con lo cual en muchas ocasiones no podrás tener este suministro a pié de tu casa. Las chimeneas de gas necesitan una salida de humos al exterior, pudiendo esta hacerse en el propio cerramiento de fachada, no tiene porqué hacerse en la cubierta de la casa.

El sistema de calefacción con suelo radiante, al estar embebido en el suelo te olvidas de tener radiadores en las paredes, tan solo tendrás un armario donde irán situados los colectores de donde parten los circuitos de tubos. Hay la opción en verano de tener enfriamiento, que se basa en hacer circular agua fría por los circuitos de tubos. Da una gran confortabilidad por el hecho de que la temperatura cercana al pavimento es mayor que la temperatura a la altura de la cabeza. Ventajas: Tiene un bajo consumo por tener el circuito de agua a baja temperatura, entre los 30ºC y los 45ºC, y tiene un elevado rendimiento debido a que los tubos por donde circula el agua tienen poco diámetro interior, puesto que si los tubos son de 12 milímetros de diámetro exterior y tienen un espesor de pared de 2 milímetros, el diámetro interior es de 8 milímetros, con lo cual el caudal de agua que circula por ellos es muy pequeño, por ello la energía necesaria para calentar o enfriar ese agua también es muy pequeña. Desventajas: La instalación del suelo radiante tiene una inversión económica inicial superior a la de los radiadores, pero esto se compensa bastante rápidamente porque se amortiza la inversión en un plazo de unos tres años, por su menor consumo energético. 

Las chimeneas de gas son actualmente una estupenda alternativa por su comodidad, a las chimeneas de leña de toda la vida. Su combustible es el gas natural o también el gas propano en bombonas, si no existe canalización de suministro ni de gas natural, ni de gas propano. Este sistema de calefacción utiliza el mismo sistema que los quemadores de gas de una cocina, que se genera la llama al pulsar el piloto de encendido eléctrico. Ventajas: Comparada con la calefacción por chimenea o estufa de leña, no necesita hacer acopio de leña ni un espacio para su almacenamiento, y también nos permite regular la intensidad de la llama y no necesita mantenimiento. Actualmente en el mercado hay modelos que tienen mando a distancia y programadores para programar su encendido para que a la hora de llegar a casa el espacio este caldeado. Desventajas: Las chimeneas de gas necesitan también una salida de humos al exterior,