Lavavajillas versus lavado a mano: mitos y verdades

Jerónimo Moretti Jerónimo Moretti
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Cuando se trata de cuidar el medio ambiente, la sabiduría popular indica que el lavado a mano es más natural y menos agresivo que usar un lavavajillas. Pero según un estudio de la Universidad de Bonn en Alemania, el lavavajillas utiliza poca energía, una sexta parte del agua que si lavamos a manos, e incluso menos jabón. 

Además, el lavavajillas es más higiénico al eliminar los gérmenes de una manera más eficaz que lavando a mano. También tiene la ventaja de dejar los platos bien secos una vez que terminamos de limpiar. Y como si fuera poco, ahorra tiempo: sólo es necesario colocar en su interior lo que queremos lavar, enchufar y seleccionar el programa deseado. 

Pero no todo es color de rosas: el lavavajillas ocupa mucho espacio en la cocina, espacio del que muchas veces no disponemos. Y son caros, no sólo comprarlos sin mantenerlos. También deberemos considerar que el lavavajillas es útil si tenemos una familia numero, pero si es pequeña supondría un gasto mayor que lavar a mano.

Lo cierto es que hay muchos mitos y algunas verdades sobre los lavavajillas. A continuación veremos algunas afirmaciones que son ciertas y otras que no para luego decidir si comprar un lavavajillas o dedicarnos al viejo arte de lavar platos a mano.

1. Los lavavajillas ahorran agua

Respuesta: verdadero.

Como ya mencionamos, estudios serios demuestran que con el lavavajillas gastamos menos agua que con el lavado a mano. Pero ni siquiera hace falta ningún estudio: cualquier persona que abra la puerta de un lavavajillas a la mitad del lavado podrá ver una pequeña cantidad de agua, menos de un taza llena en el fondo de la máquina. Esto se debe a que un lavavajillas limpia y recicla pequeñas cantidades de agua para ser ultra-eficiente.

Se calcula que el lavado a mano utiliza al menos 50 litros de agua, mientras que el lavavajillas apenas 10.

2. Los lavavajillas ahorran tiempo

Respuesta: verdadero, pero…

Se estima que una familia de cuatro personas puede destinar cerca de 200 horas al año a otras actividades y no a lavar si tienen un lavavajillas. Es decir, a primera vista la gran ventaja del lavavajillas es el ahorro de tiempo. Pero todo depende de cuánto tiempo usemos para el lavado a mano. 

Si vivimos en una casa con pocos habitantes, nos llevará poco tiempo fregar los platos. Entonces el tiempo consumido se equipara porque el lavavajillas también necesita mantenimiento, y el lavado a mano sólo necesita una esponja nueva cada tanto.

En fin, si tenemos una familia grande el lavavajillas nos ahorrará mucho tiempo; en cambio, si somos pocos el ahorro de tiempo ya no será tan notable.

3. Los lavavajillas desinfectan mejor

Respuesta: verdadero.

El lavavajillas garantiza una óptima acción desinfectante gracias a las temperaturas que alcanza, que rondan los 40 y 70 grados. 

Igualmente deberemos utilizar un jabón desinfectante. De otra manera los platos estarán limpios, pero las bacterias no se eliminarán del mismo modo. De hecho, es una buena práctica desinfectar la pila de platos antes de empezar a lavarlos platos. Si no los desinfectamos, el agua se podría contaminar con la suciedad con bacterias como E. coli y Salmonella.

El lavado a mano no garantiza una limpieza a fondo, salvo que tomemos ciertos recaudos como cambiar la esponja cada mes y fregarlo con intensidad y agua muy caliente.

4. Los lavajillas no limpian bien los platos

Respuesta: falso.

Como ya mencionamos, para obtener un buen resultado de limpieza en el lavado a mano se necesita aplicar fuerza para friccionar la esponja y el utensilio. 

En el lavado a mano no se pueden utilizar altas temperaturas de agua, por lo que es mucho más eficaz utilizar una lavavajillas, ya que la temperatura que alcanza fluctúa entre 45 y 70°C. Además, los detergentes especiales eliminan sin problema los restos de alimentos y manchas.

También los elementos muy sucios como ollas y sartenes deben lavarse en un ciclo intensivo con temperaturas más altas junto el detergente recomendado por el fabricante. Esto incluso elimina las manchas más resistentes como la grasa y restos de alimentos quemados. Además, las ollas, sartenes y cubiertos no se maltratan ni rayan.

5. En el lavavajillas, los mangos de los cubiertos deben estar hacia abajo

Respuesta: verdadero y falso.

En este tema las opiniones están divididas. Aunque algunos piensen que poner el mango de un cuchillo de sierra hacia arriba puede ser un peligro porque nos podemos pinchar o cortar, lo cierto es que colocarlo hacia abajo es una forma de acabar rápido con su vida útil. De esta forma la punta de los cuchillos se estropea mucho antes. 

Además, si se colocan cucharas y tenedores con el mango hacia arriba no se limpiarán nunca del todo. En cualquier caso siempre es mejor utilizar portacubiertos o lavavajillas que cuenten con una tercera bandeja superior.

Por otro lado, hay quienes afirman que todos los cubiertos se introducen con el mango hacia abajo menos los cuchillos. Y otros dicen que es exactamente lo mismo. De cualquier manera, ante la duda recomendamos colocarlos con el mango boca abajo para evitar el desgaste de los cubiertos.

6. Los lavavajillas son ruidosos

Respuesta: verdadero, aunque depende del modelo.

Los lavavajillas tienen fama de ser ruidosos pero lo cierto es que con los años mejoraron mucho. La clave es no comprar modelos de más de 50 dB: lo normal es que la mayoría estén por debajo de los 45. 

Pero aunque nuestro modelo sea algo ruidoso, no es para tanto. Se puede llegar a escuchar cómo se llena de agua, quizá algún que otro ruido algo agudo, pero no más. Si oímos golpes o ruidos fuertes, habrá que reacomodar los elementos a lavar o llevarlo a arreglar a un especialista.

Hoy en día hay aparatos que son prácticamente mudos, aunque son más caros.

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