Muebles de Segunda Mano: Guía y tips de restauración

IGNACIO MARTÍNEZ ARGÜELLO IGNACIO MARTÍNEZ ARGÜELLO
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Nuestro mobiliario es único y uno de los motivos por lo que nos sentimos “en casa”. Son las piezas que atan una decoración y nos ayudan a disfrutar de los ambientes.

La revalorización de lo antiguo y el reciclaje, han impulsado a la gente a comprar mobiliarioiluminación de segunda mano, para restaurar o bien, lucir como piezas con historia.

En esta nota, compartiremos secretos y trucos a la hora de comprar muebles usados.

Probar antes de comprar

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Sea que compres algo de internet o de algún vendedor de muebles, siempre es importante probar el mueble antes de comprarlo. Es necesario asegurarse que cajones corren con facilidad, herrajes y patas de sillas se encuentran firmes y los tapizados están limpios de insectos y humedad. Sea que querramos dejarlos así, o restaurarlos, el precio por comprar un mueble usado en mal estado ascenderá notablemente al tener que reacondicionarlos. Una buena idea, es ir de compras acompañado de un experto o profesional en el área, que pueda orientarnos sobre el “hallazgo” en cuestión.  Si el mueble es genérico quizás no valga la pena, pero si estamos frente a un Maison Jansen, entonces no lo pensemos dos veces!

¿Sólido como el laminado?

Quizás prejuzguemos nuestros muebles laminados por no ser de madera sólida, pero si estamos frente a un mueble en buenas condiciones, quizás sea mejor opción, ya que estos resisten más los abusos diarios y son fáciles de limpiar. Inclusive, si necesitaramos cambiar el aspecto de la pieza, hoy en día existen imprimadores o pinturas especiales que se adhieren a la superficie de las chapas laminadas y quedan como laqueadas al cabo de unas horas.

Chapa y pintura

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Los muebles de segunda mano, especialmente los antiguos, suelen estar construídos de maneras tradicionales, con materiales que quizás sean difíciles de encontrar hoy en día. Con esto dicho, no significa que toda antigüedad sea digna de salvar, ya que muchas de estas piezas en mal estado requieren un arduo trabajo de restauración que costaría más que una versión moderna del mueble.  Las maderas pueden ser repintadas y rellenadas, y los tapizados pueden ser reemplazados y limpiados, pero aquellas fallas estructurales del mueble serán más difíciles de arreglar, y definitivamente más onerosas.

Si nos hemos enamorado de una pieza de mobiliario que muestra roturas superficiales, quizás sea un buen momento para probar nuestras manos de artesano e intervenirlo artísticamente.

Lo que importa es lo de adentro

En cuestiones de sillas y sillones antiguos, existen muchos tipos de rellenos, y como en muchas otras cosas de la casa, no sabremos el verdadero estado de las mismas hasta no desarmar las piezas. Si hablamos de rellenar las estructuras, hay que tener en cuenta si hablamos de sistemas de resortes y su los zunchos son buenos y resistentes (la disposición de los mismos es entrecruzada y tienen que ser de materiales sintéticos y resistentes). Evitar los rellenos de copos y las espumas de baja densidad, ya que a más alto sea el grado por kg, más firme (quizás más incómoda) y con más forma quedará el resultado final.

Buena madera

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Las maderas duras como el roble o el algarrobo son resistentes y duraderas. A la hora de comprar muebles usados, especialmente sofás, es importante alejarse de aquellos con estructuras hechas de pinos o maderas blandas sin ser estacionadas. Este tipo de maderas son mejores para aquellos muebles que no requieren soportar de peso por períodos prolongados a riesgo de doblarse o quebrarse.

El almohadón de plumas

Frente al tercer punto, no dejo de pensar en aquel cuento de Horacio Quiroga. ¿Es una Buena idea comprar un colchón usado? Sea para dormír, o para usar de relleno para algún proyecto, las espumas suelen albergar colonias de gérmenes, bacterias y otros insectos. En estos casos, es preferible ahorrar y comprar algo nuevo.

Con aires de antiguo

Aquellos muebles que pertenecieron a otras personas pueden contener olores propios del estilo de vida de sus anteriores dueños. Si el mobiliario estuvo expuesto a humedad, mascotas, inclemencias climáticas, es muy probable que nos acompañe como legado. Mientras que algunos de estos olores y síntomas pueden desaparecer con los cuidados necesarios y el paso del tiempo, es importante considerar que, frente a una nueva adquisición, el mueble viejo puede no estar listo para convivir con nosotros.

Sobre metales

El hierro y el aluminio son fuertes y muy hermosos al ser restaurados. Al toparnos frente a muebles de estos materiales,  tenemos que imaginarnos su potencial luego de ser restaurados. Remover el óxido o capas viejas de pintura y repintar con polvos industriales o pinturas especiales para exterior para metales es lo indicado. El aluminio con el tiempo perderá su brillo y es posible repulirlo, pero es indicado para exteriores ya que no se oxida, pero si puede mancharse con agua si se lo expone a esta por mucho tiempo.

Hagalo usted mismo

Quizás no sea una buena idea si hablamos de aquellos hallazgos de dudoso origen o de muebles para armar. Entendemos que son muebles que se vendían en piezas y por lo tal, es probable que pierdan su solidez con el tiempo. Este caso aplica especialmente al mobiliario infantil, ya que muchas veces sus dueños se “deshacen” de los mismos por el estado en el que se encuentran y muchas veces son pobremente restaurados con piezas no originales.

Por eso, si hablamos de muebles para armar, no se recomienda comprar aquellos con historial.

Una nueva vida

A la hora de comprar muebles antiguos y quitarlos de contexto, tenemos que asegurarnos que este nuevo uso no afectará su vida útil. Pondremos de ejemplo una cómoda y la usaremos como vanitory (uno de las últimas tendencias en restauración vintage). Lo que tenemos que considerar, es proteger la la cajonera contra la humedad. Para eso existen barnices especiales que cumplen dicha función mientras que otorgan diferentes tipos de brillos y pátinas.

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