El renacimiento de una hermosa vivienda…
Ubicada en el centro histórico de Mérida, esta hermosa casa nos lleva de la mano hacia un mundo de nostalgia y respeto por la historia y la tradición, pero sin dejar de lado la modernidad y el confort de nuestro tiempo.
La residencia es una de las muchas casas antiguas del centro de la ciudad, con techos altos, muros gruesos, patios al centro y habitaciones separadas, con sus portones al frente y una enorme sala dando la bienvenida al hogar. Debido a que muchas de ellas están deterioradas por el tiempo, la falta de mantenimiento y el desgaste natural, los profesionales de Quinto Distrito Arquitectura pusieron manos a la obra y, acompañados por los propietarios de la edificación, le dieron nueva vida al lugar, restaurando la estructura original, eliminando las construcciones posteriores, dando mantenimiento a muros, pisos y estructuras y respetando en lo posible las tecnologías pasivas de adecuación al clima utilizadas en otro tiempo.
Los techos altos, los patios de luz y los materiales naturales son elementos que conforman tecnologías pasivas en donde, sin impactar el medio ambiente, se generan espacios confortables al interior y al exterior de la vivienda, provocando enfriamiento del aire de manera natural, iluminación la mayor parte del día y ventilación. Pero basta de descripciones, mejor acompáñanos a observar y sorprenderte.
La fachada se respetó tanto por mantener el concepto original como por respetar el estilo de la zona. Podemos apreciar los clásicos portones al margen del terreno colindando con la banqueta, con puertas dobles de madera y herrería con orlas y detalles románticos.
La primera crujía es una estancia de techo altísimo, con un cielo que muestra una estructura de listones de madera. Los colores son cálidos, terrosos y arenosos, para lograr una mejor integración de los elementos decorativos y el mobiliario. Detalles en madera, herrería con acabado oxidado, mimbre y fibra destacan en el diseño.
Hacia un costado, la estancia se abre y permite contar con rincones encantadores que enamoran. Un gran espejo de marco barroco, un par de poltronas de tela, ventiladores y estrellas doradas invitan a pasar buenos momentos.
Los materiales seleccionados para las adecuaciones fueron cemento pulido y algunas zonas con pisos de pasta en diseños tradicionales, geométricos y en tonalidades azules, verdosas y grises. Los muebles son pocos y puntuales. En ciertas zonas de la estancia se colocaron luminarias triangulares para desvanecer haces de luz hacia el cielo.
La cocina es amplia, bien distribuida y con la iluminación exacta. Las alacenas están construidas con estructuras de cemento armado, el azulejo es de pasta, en combinación con las superficies del resto de las habitaciones. Un portón metálico con cristal nos comunica con el patio al centro del terreno, iluminando y generando un espacio de convivencia informal y encantador.
Un piso de cemento pulido y muros de pasta le dan un toque contemporáneo y a la vez rústico, con algo de color y mucha luz.
El lavabo es simple, pero el cuidado en los detalles hacen de este sitio un lugar perfecto, elegante, sobrio y con mucho estilo.
La zona de la ducha en el baño de la recámara principal cuenta con un hermoso muro de piedra natural, rugoso y sólido, colindando con un detalle de pasta colorida y el resto de las superficies pulidas y claras. La luz que entra radiante por el techo de vidrio le da un toque encantador, juegos de luces y sombras y mucha frescura. Sin duda, un espacio inspirador y hermoso.
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Colindando con la sala se ubican las puertas de la recámara secundaria. La madera lustrosa destaca entre el tono arenoso de las paredes.
La superficie es generosa, el estilo es sencillo, un biombo de madera labrada se ubica para ayudar a los nuevos habitantes a separar un vestidor de la zona de dormir.
El diseño de pasta del piso tiene cierto parecido al de los muros del baño. El cemento pulido en tono blanco reviste la mayoría de los pisos, muretes y detalles en muros, manteniendo ese tono rústico y a la vez contemporáneo del conjunto.
Una de las premisas del despacho encargado del proyecto fue respetar la existencia de los árboles en el patio: un aguacate, un roble, un zapote y un guanábano definieron la distribución de pisos y encaminamientos. La barda lateral se levantó con una estructura tradicional de mampostería y desde la recámara secundaria y la cocina se descubre un espacio abierto, lleno de luz y listo para refrescar las sofocantes tardes al vaivén de una hamaca.
Desde la cocina, el patio se alarga hacia la edificación final, que contempla la recámara principal con su propio baño y una pequeña alberca. El zapote se encuentra al centro de la estructura, rodeado por el baño y la habitación, refrescando y sombreando la zona de descanso y de chapuzón.