De ruina a mini apartamentos de diseño

Marisa Alcore Marisa Alcore
Polly Pocket. Un proyecto que parecia imposible y una obra que casi lo fue, Estudio de Arquitectura Sra.Farnsworth Estudio de Arquitectura Sra.Farnsworth Salones de estilo escandinavo
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Polly Pocket no solo es el juguete con el que muchos pasábamos nuestras horas como niños jugando. También es el nombre del proyecto que os presentamos en este libro de ideas: un proyecto que parecía imposible y una obra que casi lo fue. Así lo resumen sus autoras, el estudio de arquitectura ubicado en Vigo Sra. Farnsworth.

Hoy os contamos la historia de esta rehabilitación, la primera llevada a cabo por estas arquitectas, que supuso un emocionante reto al que tuvieron que enfrentarse desde la primera línea esbozada. El edificio en cuestión tiene tres plantas, cada una de 27 metros cuadrados, cuyo estado previo a la intervención dejaba evidente la extrema necesidad de una reforma. Sin embargo, la intención del propietario era además convertir cada planta en un apartamento que pudiera alquilarse. Aunque el dicho dice lo contrario, no siempre que caben 2, caben 3, y el final de esta historia acaba con dos apartamentos distribuidos en tres alturas con ricos espacios interiores. Pero no os adelantamos ningún acontecimiento más. Comenzamos: Érase una vez…

El antes

Estrecho, entre medianeras y con tan solo una fachada exterior son las mejores cualidades que podemos describir de esta imagen. Las otras, más que apreciables, tienen que ver con el estado de este edificio: antes de la obra el inmueble se encontraba en una situación casi de ruina, cuyas condiciones no solo lo hacían imposible de habitar, también hacían peligrar su estabilidad. 

Los espacios interiores previos

Los espacios interiores no se encontraban en mejor estado. Fiel reflejo del exterior, el núcleo de comunicación del edificio había perdido toda su utilidad. No solo los materiales necesitaban ser reemplazados por otros nuevos, los espacios debían ser replanteados en el proyecto para optimizar mejor la reducida superficie de cada planta y sacar más partido a la única fachada con ventanas.

Las condiciones previas

Por otra parte, la situación de la construcción, abrazada por otras edificaciones, complicaba la iluminación y la ventilación de las estancias interiores, forzándolas a unas pésimas condiciones de habitabilidad y calidad. 

Estas tres primeras imágenes muestran el antes del edificio. A continuación, el después. 

La planta baja

Comenzamos por el principio, por la planta baja. Antes de meternos en detalle, aclararemos la nueva distribución que se le ha dado a las alturas del edificio. La primera vivienda es un dúplex y abarca las plantas cero y primera. La segunda vivienda construida corresponde a la tipología de estudio y se ubica en la última altura del edificio. El punto de unión entre ambas es la escalera pública: un etapa conflictiva del proyecto que se resolvió exitosamente con el acceso. 

Aquí nos asomamos a la zona de día del dúplex destinada a salón, comedor y cocina. La ventana cuadrada que observamos en la imagen es su único contacto con el exterior. Sin embargo, podemos apreciar como el espacio interior se encuentra mejor iluminado que antes. El muro de piedra abraza esta estancia aportándole un punto rústico a la escena. 

En planta primera

Subimos arriba por las escaleras metálicas que veíamos en la anterior fotografía. Su diseño ligero no solo le permite que pasen desapercibidas y ocupen el menor volumen posible, también así no se convierten en un barrera para la luz, que de esa manera es capaz de atravesarlas. 

En la planta superior encontramos el cuarto de baño, un vestidor y el dormitorio. Para aprovechar mejor la luz que penetra dentro la caja de escaleras se forra de vidrio convirtiéndose en un lucernario para la planta baja. 

El estudio

Nos plantamos en la última altura del edificio: el estudio. Aquí el programa también está organizado en altura gracias a la construcción de un altillo que aprovecha los altos techos abuhardillados. La distribución es similar al primer apartamento: en planta baja la zona de día con cocina y cuarto de baño; y en la zona alta el dormitorio, que disfruta de unas privilegiadas vistas en doble altura. 

El color elegido en toda la reforma ha sido el blanco, que aquí toma más fuerza pintando también la estructura de la cubierta. Y precisamente aquí, en el punto más alto de este estudio se han abierto dos lucernarios que permiten que el cielo se cuele dentro del paisaje interior. 

La iluminación

Terminamos nuestra visita por este edificio en el Casco Vello de Vigo con esta imagen, que bien podría ser el resumen de la esencia de este proyecto: la luz. A pesar de las dificultades, se han explotado al máximo todas las posibilidades para que todo rincón interior disfrute de la máxima cantidad de luz posible. 

Aquí termina este antes y después. Si os ha gustado, os recomendamos que visitéis: 

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Antes y después: reformando un pequeño apartamento en Roma

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