Cuando pensamos en una casa rural a todos se nos viene a la cabeza la imagen de una casa de piedra. Tienen algo de fortaleza y castillo y quizá por eso parecen sobrevivir al tiempo como si fueran piezas elementales del paisaje. Pero las casas de piedra también pueden modernizarse y convertirse en auténticas viviendas de lujo. Es el caso del proyecto que presentamos en este libro de ideas: una fachada con un pasado de piedra que oculta un interior que se mueve a medio camino entre lo ancestral y lo moderno. ¡Veamos esta interesante mezcla!
Los rasgos de esa arquitectura rural popular los vemos claramente en esta bonita fachada: grandes muros de piedra, que serán el mejor aislante para las temperaturas extremas de invierno y verano y pequeñas ventanas que van salpicando la superficie exterior. Solo al fondo una especie de porche presenta los rasgos más modernos. Vamos a verlo en detalle.
Las casas de piedra suelen estar concebidas casi como cuevas, pero hoy en día los métodos de aislamiento y calefacción permiten una mayor apertura de las fachadas. Es por eso que no toda la vivienda se presenta tan cerrada y hay zonas, como vemos en la imagen, en la que se han abierto huecos, revestidos con vidrio, que harán más luminoso el interior.
Lo bueno de rehabilitar viejas casas de piedra es que por muchos elementos modernos que introduzcas nunca se perderá del todo ese aire antiguo lleno de encanto. Por eso, es posible encontrar todavía rincones como este pequeño porche, con columnas de piedra y un maravilloso tejadillo con vigas de madera y una escalera al fondo.
En el interior vamos a mostraros la cara y la cruz de esta vivienda, o mejor dicho, lo antiguo y lo moderno. Empezamos por lo viejo con esta espectacular cocina que parece sacada de otra época. Aunque su función ha cambiado y ahora ya no se cocina aquí, se ha mantenido la estructura del hogar tal y como estaba antes. El resultado es un viaje en el tiempo de lo más apasionante.
La otra cara de esta vivienda, la más moderna, la observamos en esta escalera de metal y madera que parece llevarnos flotando hasta la plata superior. El contraste entre el aspecto pesado y contundente de los muros de piedra y la ligereza de la escalera es muy intenso, pero la combinación no deja indiferente a nadie.
Por último, salimos de nuevo de la casa para visitar la parte trasera, donde la remodelación de esta vieja vivienda de piedra ha introducido un elemento totalmente nuevo: la piscina. Iluminada con Leds, nos invita a sumergirnos en el futuro. ¿Por qué no?
Las casas de piedra nos fascinan, si quieres ver más, te recomendamos el artículo De vuelta a las casas de piedra.