Los 168 metros cuadrados de este departamento en Coronado, ubicado en los suburbios al sur de San Diego,
California, se diseñaron en tonos grises cálidos y cafés, y con mobiliario
ligero para disfrutar la entrada de luz a través de ventanales de piso a techo
con vista al mar y la marina. En conjunto, los interiores transmiten la
sensación de estar en una área despejada, amueblada con estilo. Las mesas de centro
de la sala y comedor son de madera en acabado rústico. En el caso del comedor,
las sillas elegidas son las clásicas Wishbone chairs
, del diseñador
danés Hans Wegner. También en la sala se dispusieron de dos sillones
individuales originales llamados CH2 del mismo diseñador danés, y detalles
decorativos en blanco. El acabado de la madera es un elemento unificador que
está presente también en el lambrín que recubre el muro de la entrada al
departamento. Además de la luz natural, lámparas de cristal transparente de
techo y de pie iluminan los espacios. Una barra de granito negro con dos bancos
divide el comedor de la cocina y sirve de desayunador.