Ubicada en una corrala del centro de Madrid, esta oscura buhardilla se
ha transformado en una caja de luz, mediante el uso del blanco en todas
las superficies y abriendo paso a la luz natural. La combinación del
enfoque minimalista de la rehabilitación, el respeto por los elementos
estructurales originales y la decoración de los espacios, dotan a este
piso de 40m2 de un carácter fuerte y a la vez, cálido.