Un espacio singular en donde se encontraban unas caballerizas se transformó en una sala polivanente para eventos, exposiciones, comidas… gracias al trabajo llave en mano realizado por el equipo de Sube Interiorismo.

Una sala en la que se dejaron elementos singulares de la antigua actividad, como unos boxes del siglo XIX, que se restauraron. Se planteó un espacio diáfano y acogedor. Para lograr un ámbiente cálido se pintaron los altos techos de negro y se colocaron unas vigas en blanco. Para el pavimento se eligió un adoquín, sobre el que se colocaron alfombras en color naranja. En las paredes, tres tipos de acabados, papel pintado de la marca Cole & Son, pintura negra y pintura blanca.

Lámparas colgantes de Santa & Cole en negro, y lámparas de pie, también de Santa & Cole en rojo. Y el mobiliario es de Andreu World.