Se trata de una vivienda construida en hormigón blanco, que cuenta con 3 plantas y una panorámica excepcional con vistas al mar y a la isla de Tabarca. La construcción aprovecha el desnivel del terreno para generar patios y jardines donde la sombra y la naturaleza ofrecen espacios inigualables de paz y tranquilidad.
La fachada la envuelve una doble piel hecha con un tejido cerámico, imitando las antiguas celosías mediterráneas, pero combinando una tecnologia innovadora para dotar de sombra y mejorar el comportamiento energético del edificio.
La piscina infinity pone la guinda a este proyecto excepcional.