Reforma, restauración y decoración de una vivienda clásica madrileña.
La disposición de las estancias, su elevada superficie de pasillos y su
forma longitudinal hacían que la vivienda fuera muy fragmentada en
pequeñas estancias poco funcionales, oscura y poco estética.
La reforma se centró en ampliar y dejar diáfana la casa, ya que la división de las estancias se va haciendo efectiva en el propio recorrido.
Se respetaron los elementos originales de la casa, reutilizando puertas,
elementos sanitarios, fregaderos y algún mueble, tras restaurarlo. Y
sacar a la luz algunos que habían sido ocultados, como el suelo
original, tapado en gran parte de la casa y donde no lo estaba, pintado,
o restaurar
(rehacer) elementos decorativos que se esccondían debajo
de los papeles pintados y de capas de yeso.