Reforma de un piso con una superficie total 103 m2 situado en el barrio de L’Eixample en Barcelona.

Nuestro objetivo para este proyecto era ampliar los espacios de la distribución actual y ganar luminosidad. Para conseguirlo, se reorganizó la estructura original eliminando tabiques y abriendo el salón.

La vivienda propone un juego de áreas donde se prioriza la continuidad visual. Para ello, instalamos las mismas molduras en paredes y revestimientos, parqué de madera natural a lo largo de toda la superficie e igualamos los tonos de carpintería.

En cuanto a la decoración y el diseño interior, se eligieron muebles de líneas clásicas. El banco y el gris son los protagonistas de esta propuesta estética en paredes, mobiliario y revestimientos.