La casa en Campanar es una oportunidad para repensar sobre las necesidades y deseos de una familia. Un “espacio pensado para ella”, porque entendemos que el hogar lo genera el espacio, junto con los que lo habitan, en una suerte de simbiosis perfecta.

La vivienda se sitúa en una zona emergente de la ciudad de Valencia, donde se realizan grandes edificaciones de alta calidad, pero absolutamente impersonales. El reto es plasmar la personalidad de esta familia en la distribución funcional, en la estética material y en los posibles cambios futuros. ¿El resultado? Una casa actual, confortable y cambiante, que “crezca con ella“.

Desde el comienzo, ambas partes, el equipo de MMA y el cliente, tenemos claro que, para que esto sea posible, se ha de realizar una reforma integral de la vivienda donde la arquitectura vaya de la mano del interiorismo. Por ello, se concibe desde los primeros bocetos como una unidad, como un todo, optando por el modelo “llave en mano”.

Se establece un programa de necesidades complejo y muy amplio, reflejo de la suma de cada uno de los miembros de la familia. El verdadero reto es que dentro de esos diferentes deseos y requisitos haya un núcleo común, una armonía que conglomera, aúna y aporta orden. En definitiva, que transforme el espacio en un hogar, en SU hogar.

Desde un punto de vista funcional, se estudian los espacios para alcanzar principalmente dos objetivos: la doble circulación “pública/privada” diferenciada y la unión entre los ámbitos principales de cocina, salón, comedor y acceso. De entre los recursos utilizados para alcanzar estos objetivos, destacamos dos de ellos: por un lado, un tabique en L de marcada personalidad, que organiza los recorridos internos de la vivienda y, por otro, el cierre de la antigua terraza transformándola en un espacio interior, confortable y bien aislado térmica y acústicamente.

Por último, desde un punto de vista estético, la elección de los materiales, acabados, textiles, papeles, etc. se basa en obtener un ambiente grato para la vida. Un hogar donde “se esté bien”, donde apetezca volver.