La vivienda, con un marcado carácter mediterráneo, se ubica en una tranquila zona residencial próxima a la costa; en el extremo sur de una parcela familiar compartida con otras edificaciones ya existentes. Ésta se desarrolla en dos plantas mediante la suma de diferentes volúmenes: el principal con la cubierta inclinada y otros prismáticos que generan las diferentes áreas, así como un gran porche cubierto que a la vez conforma una amplia terraza superior compartida por los dormitorios juveniles.
El deseo de los clientes era conseguir un hogar luminoso, blanco y atemporal, muy volcado al exterior y en el que disfrutar de familia y amigos.