Esta es una vivienda que se encuentra ubicada en un edificio
comunitario construido a finales del siglo XIX, en lo que fue una de las
primeras grandes expansiones de la ciudad de Madrid: el barrio de
Lavapies.
En aquel momento se contruían los edificios de viviendas según la
necesidad del momento, cuando una gran cantidad de gentes llegadas de
otras regiones necesitaban un lugar donde alojarse de manera indefinida,
junto a su familia, tras haberse mudado por razones evidentemente
laborales.
Los propietarios, o promotores, de los edificios los solían construir en
dos estructuras con escaleras y funciones totalmente diferentes. La
escalera exterior es la que servía a aquellas viviendas más grandes
donde vivían los propietarios y sus familiares, y en cada planta solía
haber solamente dos inmuebles; mientras, la escalera interior servía a
pequeños apartamentos de tan sólo un dormitorio y un espcio común de
estar, sin baño, dedicado al personal trabajador del edificio, o como
alquiler a los venidos de otras provincias.
A día de hoy aun existen estos inmuebles, muchos de ellos modificados
mediante la fusión de propiedades para la creación de viviendas más
amplias pero, aun así, una gran parte siguen siendo lo que hoy
denominamos «estudios».
Este ha sido un encargo difícil, porque había que reformar,
íntegramente, una vivienda de unos 15 metros cuadrados, pero con todas
las comodidades necesarias para hoy en día. Hay que tener en cuenta que
en el momento de la construcción del edificio, no había ni frigoríficos,
ni hornos, ni baños (el de éste fue construido hace sólo unos 30 años),
ni televisores,…
Ahora, esta vivienda cuenta con dormitorio, salita, vestidor, todo en
uno de los espacios diferenciados por el muro de carga, mientras en el
otro espacio se sitúa el baño y la cocina, además del acceso.
Esta fue una ejecución difícil debido a la falta de espacio para
trabajar con los materiales, es acopio de éstos y la ubicación de la
herramienta.