La foto final. Aquella que resume el trabajo que comenzó desde una primera idea, una conceptualización del proyecto, tantas charlas con el cliente y con uno mismo…
Esa foto final es la que retrata un largo trayecto. Ya sea de un proyecto arquitectónico, de interiorismo o de ventas.
Mi trabajo como fotógrafo final normalmente se desarrolla en el momento en que una parte del proyecto se encuentra listo para mostrarlo al mundo. Una obra de una casa unos momentos antes de entregarse al propietario, un edificio de una gran firma de arquitectos recién terminado en el que una editorial me pide un reportaje, o un hotel que recién abre al público y necesita imágenes para darse a conocer o bien, ha vivido reformas y quiere dar a conocer esa nueva cara.
Es la foto con cara
de una primera idea que ha llegado a materializarse. De eso trata mi trabajo.