PISO SALVA46 es fruto de nuestra investigación sobre la coexistencia flexible. Explorando el estilo de vida nómada del siglo 21 donde movimiento y fluidez contrastan con privacidad y estabilidad.
Un experimento sobre micro-espacios compartidos, dos espacios igualmente equilibrados conectados mediante una zona común en el centro. Un juego de opuestos en un mundo de conformistas.
El programa concreto: 2 estudios independientes con baño incluido (uno en cada fachada del inmueble entre medianeras), que comparten una zona común central de acceso, cocina y comedor.
La premisa: el equilibrio de privacidades. Cada uno puede cerrarse sin impedir que la luz natural pase a través de él hasta el centro del piso, pero durante la noche ambos pueden aislarse acústicamente mediante sendas puertas correderas macizas… ’cada uno en su casa y dios en la de todos’.
La altura de 3.40m nos permite dinamizar la cota habitable por encima de nuestras cabezas con 2 altillos polivalentes (descanso – estudio) que levitan sobre las camas y una ducha que recibe luz natural y quizás alguna mirada despistada desde las alturas.
La recuperación y
reutilización de los mosaicos hidráulicos originales del piso junto a la
reutilización de una cocina que había tenido una vida pasada cerca de Sitges
han marcado la pauta para el resto de decisiones matéricas: perímetros hidráulicos
dibujando moquetas y desplazamientos, parquet industrial en el resto del plano
suelo, una patina blanca que congela las arrugas del edificio en el estadio
actual (regatas, refuerzos, ventanas selladas,… ) y finalmente un bestiario de
muebles desenfadados que ensamblan ikeas
con maderas, piedras o
metales en el caso de la librería-barandilla de uno de los altillos.
Nadie podrá decir que no nos lo hemos pasado bien… esperamos que los inquilinos hagan lo propio!