Esta preciosa escultura
preside la planta baja y el acceso a la vivienda. Se ha diseñado muy ligera, en metal lacado negro y peldaños de roble teñido en gris ceniza. La barandilla en vidrio permite ver todo el conjunto sin interferencias y no le roba el protagonismo, a la estructura etérea. La base de la escalera actúa como elemento decorativo en si mismo, como una especie de altar zen, estilo preferido de los propietarios.