Cuando afrontamos el diseño de la cocina tuvimos muy claro desde el principio que teníamos que ampliar el espacio, ya que la que había era muy estrecha. Teníamos la dificultad de tener un muro de carga en uno de los laterales, por lo que optamos por desplazar el aseo y aprovechar la zona de pasillo para lograr la amplitud que buscábamos.

En el mobiliario jugamos con dos acabados, los muebles bajos y estanterías en madera y el resto en blanco. Así mismo dispusimos de una pequeña barra con un par de taburetes modelo Onda de Stua, y dos lámparas de techo APLOMB de Foscarini.

En el suelo usamos un gres porcelánico rectificado consiguiendo un suelo uniforme, casi sin juntas.