En un enclave espectacular, a escasos 250m del mar, en la misma playa de Misratah, se levanta el nuevo estadio. Con el telón de fondo del cielo azul de Libia y el mar mediterráneo. Todo ello contribuyó a dar una estética marinera al estadio, pintado en color blanco un una estética similar a las embarcaciones deportivas, de hecho en un principio de barajo la idea de construir un embarcadero para que el público pudiera acceder al estadio de desde el mar.