Este piso de 160 m2 se ha reformado para adaptarlo a las necesidades
de una familia con tres hijos. La distribución inicial respondía a una
vivienda antigua con dos entradas, una principal y otra para el
servicio, además de 4 dormitorios. Para la nueva vivienda se decidió
partir de cero, se demolió lo existente y se ha realizado una
distribución más adaptada a un uso actual, con un espacio común generoso
y flexible.
Además de resolver las cuestiones espaciales el proyecto ha tratado de incorporar soluciones de la eficiencia energética y de un mayor confort climático. Para ello la vivienda incluye carpinterías con rotura de puente térmico, vidrios adaptados a cada orientación, mejora del aislamiento térmico en fachadas, sistema de ahorro de agua, colector solar para acs, etc.