La principal dificultad era conseguir una
vivienda en una planta, en un solar ubicado en la vertiente de una sierra, elevado 5,3 m de la calle, con un solo pequeño punto de acceso desde la calle, y que disfrutase de vistas al Montseny, Montserrat y Queralt.
El acceso se realiza mediante una rampa hasta el garaje enterrado bajo la plataforma del solar donde se ubica la vivienda en una planta. Se organiza en dos volúmenes alargados de cubierta ondulada, uno con la zona de día y el otro la de noche, desplazados entre ellos y unidos por un volumen más bajo que actúa de rótula y que contiene el estudio y el acceso a la vivienda desde el garaje. Se protege de los vecinos con una fachada ciega y de la calle posterior elevada con los voladizos. Pero que se abre a ella misma y al paisaje con grandes vidrieras y un gran balcón con vistas a 180º que vuela sobre los muros de hormigón del sótano, piscina y valla, que de forma escalonada salvan el desnivel con la calle y minimizan el impacto visual