La particularidad del proyecto consiste en crear un lugar  para las tres religiones monoteístas que
evoque el culto común del Dios Único como símbolo de convivencia religiosa y cultural. Los diferentes pueblos constituyen de hecho una sóla comunidad. Tienen un único origen porque Dios ha hecho habitar todo el género humano sobre la faz de la tierra.

Se trataría de algo nuevo pues nunca se había intentado crear un edificio de estas características, lo que no debe interpretarse sin embargo como una singularidad sino como un símbolo de una nueva tolerancia y por tanto podría generalizarse. Por eso el proyecto no solo es una propuesta ejemplar, sino también  un prototipo, una nueva tipología.

Esta se plantea como la suma de espacios de culto en torno a un espacio común a todos ellos

Proponemos por lo tanto dos objetivos primordiales para este proyecto. Por una parte, un planteamiento que permita generar una nueva unidad a partir de elementos previamente definidos y, por otra, encontrar la expresión de cada uno de los lugares de culto en sus formas más esenciales.

En ese sentido, pretendemos huir de todo tipo de artificiosidad o teatralidad expresivas buscando la esencialidad y la simplicidad formal.