vivienda 200 m2

Un plano que se alza y se dobla en diferentes alturas como varias olas que empujan tras sus semejantes… Un solo gesto estructural que genera todo: La vivienda surge del espacio interno entre las olas y su geometría los enfoca al mar como grandes periscopios. Las olas se revisten de cerámica como una piel protectora que pasa del interior al exterior y viceversa y se buscó un material resistente en ambos ambientes y de formato reducido para adaptarse mejor a las curvaturas. Se quiso mostrar un despiece abundante y el formato de la pieza garantizaba además su adaptación en paralelo a las curvaturas sin problemas. Se potenciaron los voladizos para enmarcar longitudinalmente la línea del horizonte del mar. Siempre estuvo presente la idea de dominio que ejercen los faros frente al mar. Ese punto de referencia absoluto para los navegantes. Así pues se decidió crear un nivel superior de la vivienda con una terraza-solarium para ejercer este dominio visual absoluto. Se alternaron piezas de gres con zonas ajardinadas para potenciar la elevación el medio verde colindante. En el dormitorio, un mosaico personalizado reviste la cara posterior del cuerpo de armarios y se brinda como regalo al mar. Se elijió el cuadro 'Femmes et oiseau dans la nuit' (1947) de Joan Miró. Los wc se concentran en un núcleo cerrado revestido interiormente de mosaico pétreo que contrasta frente al resto tan abierto y de materiales pulidos. Se creó una piscina longitudinal con agua desbordante a lo largo de toda la fachada para enfatizar los reflejos y fusionar el agua visualmente con el mar sobretodo en el momento de estar dándose un baño. Se Diseñó una mesa curvada que emergía y moría en el pavimento para las comidas en la cocina, en la que se buscó una pureza de líneas y un contraste frente el despiece general. Los espacios posteriores a los electrodomésticos se proyectaron como almacenamiento de toda la casa y cubriendo la nevera un armario de limpieza.